Carta de Enrique Talg Schulz, Gran Hotel Taoro 1937
Familia Enrique Talg

Carta de Enrique Talg Schulz, Gran Hotel Taoro 1937

Querida madre, hermana, cuñado y sobrino,

Dado que hoy el tiempo lo permite, quiero contarte un par de cosas. Mi único huésped de la temporada de invierno falleció hace tres días y ahora me encuentro solo con el guardia en esta gran casa. El huésped era un viejo coronel inglés que vivió 30 años en la India y siempre pasaba los inviernos aquí, ya que no soportaba el clima de Inglaterra. De vez en cuando recibimos un barco de recreo con, a veces, hasta 1000 turistas, y entonces hay trabajo. El hotel ahora solo está abierto en el lado frontal, y todo lo demás está empacado. Ocasionalmente, llega un huésped y todo está preparado. También tengo muy poco personal, solo para ventilar las habitaciones y alimentar a los animales. Además, solo cuento con un segundo ayudante de cocina y el portero.

La mayor parte de mi tiempo la paso en el jardín, donde utilizo un pulverizador para rociar los extensos prados y poder mantener bien en cesped para que los clientes puedan jugar al croquet, dado que aquí hace mucho calor. Además tengo seis jardineros, carpinteros y mecánicos durante todo el año, y no puedo despedirlos legalmente en este momento. Así que solo puedo supervisar lo que se está haciendo. Nuestro parque tiene más de 20 hectáreas y alberga solo 30,000 palmeras y plantas tropicales. Hay mucho trabajo allí. Por cierto, estamos construyendo ahora muros de piedra volcánica en todas las paredes y luego plantaremos geranios en ellas para el invierno. Suena curioso – el invierno – pero entonces no hace tanto calor y es la época en la que llegan los clientes. Solo el invierno pasado planté 7,000 árboles, otras 1,500 palmeras, 1,000 rosas y 1,000 claveles. Todo es muy hermoso, pero requiere mucho cuidado. También tengo varios cientos de nuevos árboles frutales tropicales para mostrarles a mis huespedes todas las frutas tropicales y del sur. A ellos les gusta, y a mi se me pasa el tiempo y termino agotado por la noche.

Gran Hotel Taoro, Juli 1937

En primavera, me preocupaba que el verano fuera demasiado aburrido para mí, pero nada de eso. Algunos de mis empleados están en Bad Nauheim, Bad Pyrmont, etc., ya que son alemanes, son los encargados de la recepción, la cocina, el portero, maitre y el secretario. Debido a la situación actual, las autoridades requieren muchos datos e impuestos, así que siempre estoy muy ocupado.

Mi zona de granja avícola también me da mucho trabajo, ya que tengo prácticamente de todo: desde pollitos y cerdos, pasando por gansos, patos y cisnes, hasta palomas y gallinas de todo tipo. Tengo más de 40 jaulas diferentes que requieren cuidado y limpieza diaria, y debo asegurarme de que todo se haga debido al clima tropical aquí con el calor. Necesito todas estas aves para los clientes y tener una variedad constante en la temporada de invierno. En el huerto ocurre lo mismo, ya que cultivo todas las verduras imaginables, siempre una docena de cada tipo, ya que la casa es grande y exigen mucho cuando llegan los huespedes.

Hace 14 días tuvimos un terremoto y durante unos segundos, pero no fue grave. Estaba sentado frente a la máquina de escribir y de repente todas las puertas se sacudieron de abajo hacia arriba, algunas cosas se movieron un poco de su lugar, por lo demás, no pasó nada. Fue el primer terremoto que experimenté aquí.

Me visitó de forma completamente inesperada nuestro cura de Rheindorf. Por supuesto, la sorpresa fue grande aunque siempre se espera la visita de algún conocido. Sobre todo en los días en que vienen los vapores turísticos; aquí se trabaja mucho: por una parte para cumplir los deseos de todos los clientes y luego están también los distintos jefes de todas las agencias de viajes que vienen con ellos, para conocer el país y la gente de aqui. A veces, trabajas durante años con ellos y sus oficinas sin conocerlos. Cada agencia de viajes recibe un 10% de comisión de las ventas de la factura por cada huésped recomendado por una agencia.

Sin embargo estoy bien. Aquí vivimos solos pero tranquilos. Aquí no se nota la guerra. Tenemos más calma y orden que antes y espero que la paz llegue pronto y se mantenga así. Dentro de un año, creo que definitivamente estaré allí de nuevo, así que por hoy es suficiente. Pronto escribiré de nuevo. Envío mis mejores deseos, especialmente a mi querido sobrino… probablemente aún se acuerde de mí.

Con cariño, Heinz.

Gran-Hotel-Taoro-1937

2 thoughts on “Carta de Enrique Talg Schulz, Gran Hotel Taoro 1937”

  1. Me ha encantado la Carta. ¡¡Cómo se recoge un momento to de la historia turística de Canarias!!!

  2. Crónica excelente por parte de tu abuelo para colaborar en el conocimiento de la historia turística del Puerto de la Cruz en un momento tan delicado como fue la guerra española . Habrá que trasladárselo al CIT del Puerto de la Cruz , al ayuntamiento portuense y al Cabildo de Tenerife así como a la biblioteca del futuro Hotel Taoro . Así se escribe la historia . Felicitaciones estimado Enrique. Saludos cordiales

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